Fracking: fracturando el futuro de Colombia
Las reservas de petróleo en Colombia están por acabarse. La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), habla de cinco años más de reservas de crudo disponibles en el país. Ante ello, el estado, Ecopetrol y la empresa privada buscan afanosos otros métodos de obtención de hidrocarburos como el método de fracturación hidráulica o “fracking”, aún cuando este puede poner en riesgo el futuro del agua y de la vida en el país.
En agosto de 2017, la viceministra de Energía, Rutty Paola Ortiz, anunció que el Ministerio de Ambiente ya había ajustado y revisado los lineamientos para dar vía libre al fracking en el país (El Espectador). Ante ello, el ministro de Medio Ambiente, Luis Gilberto Murillo, afirmó que Colombia aún no estaba listo para la aprobación del fracking pero que el país tendría que prepararse para el eventual desarrollo de esta actividad, que podría triplicar la disponibilidad de petróleo en el país. ¿Vale la pena?
La fracturación hidráulica o “fracking” es una técnica de explotación de hidrocarburos no convencionales que ha sido tema de debate en el ámbito internacional. Países como Estados Unidos la han implementado con el fin de satisfacer la creciente demanda de combustibles fósiles y países europeos como Francia y Alemania se han opuesto al uso de esta técnica por los impactos negativos al medio ambiente (Martins, 2013).
El fracking permite extraer en yacimientos no convencionales gas de esquisto atrapado en capas de roca a gran profundidad. El proceso comienza con la perforación de la roca de esquisto en el cual se inyecta el “fluido de fractura”, el cual se compone de agua, arena y aditivos químicos a alta presión. De este modo se fractura la roca y el gas o el crudo se libera (Bundesregierung Deutschland, 2017).
Hoy, el fracking es uno de los objetivos y “salvavidas” en Colombia para empresas como Ecopetrol: en enero de 2018 su presidente, Felipe Ballón Pardo, expresó a El Espectador su opinión con respecto a esta actividad: “Creo que es una opción muy buena. Decimos que en la zona del Magdalena Medio puede haber entre 2.000 y 7.000 millones de barriles de reservas; es un potencial. Si se materializan 2.000 millones, estamos duplicando las reservas del país. Desde ese punto de vista es una opción que el país no puede dejar pasar”.
¿Cuál es la diferencia entre yacimientos convencionales y no convencionales?
Un yacimiento convencional consiste en una serie de elementos que se encuentran en una línea de tiempo. Estos elementos son: “la roca madre, la roca reservorio, la roca sello, la columna de roca (que ejerce presión sobre el sistema), una trampa, los procesos (generación-migración-acumulación), y la preservación del hidrocarburo generado, migrado y acumulado en la roca reservorio” (Gallegos, 2014).
El hidrocarburo migra hasta una trampa natural que se encuentra bajo presión y sale a la superficie al ser perforada (Martins, 2013). Si hace falta alguno de los elementos mencionados se considera el yacimiento como no convencional, el cual no significa que sea estéril o inviable económicamente, pero su exploración y explotación debe realizarse con técnicas diferentes a las utilizadas en sistemas convencionales (Gallegos, 2014).
Los principales tipos de yacimientos no convencionales son: metano ligado a bancos de carbón (coal bed gas), gas de centro de Cuenca (Basin-Centered gas), hidratos de gas, petróleo o gas de esquisto (Shale-gas) y su variación “tight gas” (Gallegos, 2014) . Para el Shale- y Tight gas se usa particularmente la técnica de la fracturación hidráulica en la que el gas no ha migrado a un reservorio y por tanto para extraerlo es necesario fracturar la roca.
Fracking: no tan “de moda” en algunos países
En Alemania, el 11 de febrero de 2017, entró en vigencia la ley por medio de la cual se prohíbe la explotación de yacimientos no convencionales con fracking con fines comerciales debido a la falta de experiencia y conocimiento en el tema. Sólo se encuentran permitidas 4 perforaciones con fines científicos, con el fin de determinar las consecuencias que implica esta práctica en la naturaleza y cerrar los vacíos de conocimiento que aún hay en esta práctica.
“La protección de nuestra agua potable y nuestros recursos naturales es mucho más importante que los intereses económicos”, aseguró la ministra de Medio Ambiente de Alemania en el 2017.
Francia, por su parte, prohibió en diciembre de 2017 el otorgamiento de nuevas licencias para la extracción de combustibles fósiles por medio del fracking o cualquier otra técnica. Esta ley estará vigente por lo menos hasta el 2040, año en el cual se prohibirá la venta de carros con motor diésel o gasolina (Chow, 2017).
Otros países como Irlanda y Bulgaria se han unido también para implementar en sus legislaciones la prohibición del fracking. Estas medidas se encuentran alineadas con los compromisos del acuerdo del cambio climático, con las cuales se busca disminuir el consumo de combustibles fósiles y favorecer la alternativas para el consumo de energía sostenible.
¿Qué consecuencias representa el fracking?
– Riesgos de contaminación de fuentes de agua subterránea y superficial: Para ríos y aguas subterráneas existe gran riesgo de contaminación por entrada de los aditivos químicos y fugas de metano al fracturar la roca.
Por otro lado, entre el 25% y 75% del fluido de fractura regresa a la superficie con el gas o crudo liberado. Este fluido se convierte en aguas residuales con un contenido de toxicidad difícil de evaluar, ya que muchos de los aditivos químicos son secretos comerciales no divulgados y por ende es un problema delicado almacenarlas y disponerlas (Martins, 2013).
– Uso de grandes cantidades de agua en el proceso, entre 9.000 a 29.000 toneladas de agua para fracturar cada pozo.
– Contaminación por ruido y emisiones de gases.
– Gran cantidad de uso de tierra.
– Riesgos de sismos por movimientos de capas de rocas.
¿Qué sigue?
Instituciones como la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) asegura que las lecciones aprendidas de países desarrollados ha ayudado a Colombia a configurar una regulación más robusta (Güesguán & Silva, 2016). Por otro lado, países con amplia experiencia e investigación como Alemania rechazan esta práctica por falta de conocimiento y por ende de capacidad para implementar una regulación que cubra todos los vacíos para proteger debidamente el medio ambiente.
Es claro que hasta ahora en Colombia no se tiene la experiencia ni un conocimiento a profundidad de nuestros recursos naturales. Es claro que ejemplos de regiones en nuestro país que reciben regalías no han recibido en el pasado el dinero que verdaderamente les pagaron y por ende el impacto positivo no es visible. Finalmente, está claro que las regulaciones orientadas al medio ambiente y a las comunidades deberían estar realmente enfocadas en su protección y para su beneficio, y no para satisfacer los intereses económicos de unos cuantos.
Fuentes
Bundesministerium für Umwelt, Naturschutz und nuckleare Sicherheit. (24. 03 2017). Grundwasser. Von Fracking – Risiken für die Umwelt: www.bmu.de/P1692 abgerufen
Bundesregierung Deutschland. (13. 02 2017). Kein Fracking in Deutschland. Von Bundesregierung: https://www.bundesregierung.de/Content/DE/Artikel/2016/07/2016-07-08-fracking-gesetz.html abgerufen
Chow, L. (20. Diciembre 2017). France Approves World’s First Ban on Fracking and Oil Production. EcoWatch.
Gallegos, E. (24. Febrero 2014). ¿Qué son los yacimientos no convencionales? Independencia Energética.
Güesguán , Ó., & Silva, S. (2016). “Fracking” genera incertidumbre en San Martín, Cesar. El Espectador.
Martins, A. (2013). Qué es el fracking y por qué genera tantas protestas. BBC Mundo.