Aflora el encanto nativo
Flora Nativa del Valle de Aburrá
Un territorio en lo profundo de los Andes colombianos manifiesta una gran variedad de atractivos para sus habitantes y visitantes, los cuales hacen de esta geografía montañosa un gran ecosistema donde conviven felinos como el puma y el tigrillo, increíbles zorros nativos, una gran variedad de aves e insectos, vistosos guayacanes amarillos y los inconfundibles medellinensis, cuya especie sólo habita en el centro del Valle de Aburrá…Y no hablo de los habitantes de Medellín, sino de un particular individuo llamado Calliandra medellinensis, especie arbórea endémica* de nuestra Área Metropolitana, o para sonar más antioqueños, ¡ese árbol sólo se ve en Medallo!
Esta –y muchas otras especies– componen el paisaje cotidiano de la ciudad de Medellín y su Área Metropolitana, que hacen recordar con alegría el apelativo de “La eterna primavera”. Aquí, en este valle primaveral, encontramos una gran variedad de plantas de diversos climas y sitios del planeta; el clima templado y su altura promedio de 1.600 metros sobre el nivel del mar hacen de este territorio un espacio propicio para que aflore el encanto de la diversidad botánica.
Aun así, no todas las especies de plantas que nos cruzamos en nuestro día a día son propias de este territorio; muchas de ellas nos deleitan con su belleza siendo nativas de otros lugares, como los mangos que provienen de la India, o los pinos, algunos provenientes del mediterráneo en Europa.
En esta ocasión enfocaremos la mirada a los encantos propios del Valle de Aburrá, en especial aquellas plantas que deleitan mi mirada desde que comencé a descubrir sus secretos nativos. Desde hace más de ocho años que soy fotógrafo (@arbol.11), y sin duda alguna, la naturaleza es lo que ha captado más mi atención, en especial las plantas.
Empezamos con una de las plantas que más me divierte…¡el achiote! Para quienes lo conocen, saben de sus innumerables beneficios medicinales, y además de ser repelente y condimento, es una planta con una profunda conexión con la sabiduría ancestral. En todo el Valle de Aburrá podemos ver muchos individuos de esta especie; quizás desde hoy tu mirada estará en busca de uno de ellos y de sus característicos frutos, que van desde el rojo intenso, el verde y una mezcla de ambos, hasta un singular achiote de frutos amarillos en el sector de Santa Lucía, en el occidente de Medellín.
Si subimos un poco las laderas del Valle de Aburrá y llegamos a los corregimientos y zonas rurales de nuestro territorio, encontraremos un cambio en la vegetación. Ya no se avistan guayacanes florecidos, sino bellos siete cueros que con su sutil presencia de pétalos lilas y fucsias hacen sentir la cercanía al bosque, así como fascinantes yarumos, algunos de ellos inconfundibles por su color plateado que indica que estamos por encima de los 2.000 metros sobre el nivel del mar.
La ceiba verde sin duda alguna para mi una de las especies más llamativas, lo confieso de mis favoritas, se encuentra dispersa por todos los rincones del valle, para encontrarla requiere un poco de tu atención, pues debes detenerte un minuto y apreciar la corteza veteada o estriada, que en algunos lugares de Colombia es llamada ceiba cocodrilo pues los individuos juveniles en ocasiones presentan unas protuberancias en la corteza que asemejan la piel de este reptil.
Este tipo de plantas son las que me han hecho encontrar gran valor en la divulgación botánica pues hacen que las personas empiecen a contemplar más su entorno cercano, generando un reconocimiento del territorio y a la vez la apropiación de los espacios, pues ya pasa de ser el simple árbol de la esquina, a ser la ¡Ceiba Verde! con su majestuoso traje verdoso nativo.
Cabe resaltar que no sólo son los árboles los protagonistas de la flora nativa, existen gran variedad de palmas y otras plantas como la Iraca o la familia de los anturios (Areacea) que llenan de vida nuestro valle. además de esto las plantas propician la interacción con otras especies no solo de fauna, sino el crecimiento de plantas epífitas como las orquídeas o las bromelias, plantas que son mal llamadas plagas, en realidad son seres que albergan gran biodiversidad entre sus hojas y flores además de darle pinceladas de color a los paisajes.
Para cerrar este relato es importante reconocer que no solo la flora que nos rodea entre las calles y barrios del área metropolitana es quién destella la elegancia tropical, a nuestro alrededor existen grandes territorios boscosos nativos en especial en las laderas suroriental y suroccidental del Valle de Aburrá donde a diario el encanto nativo aflora en silencio haciendo del espectáculo natural la flor de cada día.
* Sobre mí: Para aquellos que no me conocen, llevo varios años trabajando en diversos proyectos enfocados a la pedagogía ambiental. Actualmente hago parte del equipo de @lasavia_vegetal, plataforma en la que a través de experiencias de educación ambiental y divulgación botánica, se genera una conexión con la naturaleza. Una de esas maneras de conectar a las personas es a través de la fotografía de la flora urbana, pues así generamos un primer acercamiento con nuestro entorno más cercano, como en esta oportunidad a través de Esfera Viva compartiendo los encantos nativos.