Una isla de biodiversidad en medio de las bananeras de Urabá
En un paisaje dominado e intervenido por actividades agrícolas, permanece un vestigio de lo que una vez fue un extenso bosque nativo en la región del Urabá antioqueño.
Aunque sólo representa un fragmento mínimo del territorio, Tulenapa, en el municipio de Carepa, es lugar de resguardo para diversas especies de fauna y flora que han quedado acorraladas en medio de incontables hectáreas de plantaciones de banano y plátano.
Lugares como este demuestran la resiliencia y la capacidad de resistir que tienen nuestros bosques y su importancia para la diversidad biológica de la región. Además evidencian la urgencia de tomar acciones frente la deforestación que ha vivido Urabá desde hace años, dirigidas a esfuerzos de conservación.

La tasa de deforestación en Antioquia es una de las más altas del país. Entre los años 2000 y 2013 se perdieron 290.000 hectáreas de bosque, lo que ha llevado a que solo se mantenga un 30% de la cobertura boscosa original. En la actualidad esta cifra continúa disminuyendo. / Foto: Paula Saravia

El Urabá antioqueño es una de las regiones del departamento que ha perdido casi la totalidad de sus bosques nativos. / Foto: Paula Saravia

La expansión de la industria bananera es una de las grandes causas de la deforestación en esta zona. / Foto: Paula Saravia

Según la asociación de Bananeros de Colombia (AUGURA), Urabá es la región de Colombia con mayor área de cultivos de banano y plátano. Se han destinado 34.267 hectáreas a estos monocultivos, que corresponden a 68 millones de cajas de 18,14 kilos para la exportación. (Fuente: Portafolio.com). / Foto: Paula Saravia

Pareja de Ara severus. El 67% de lo que se cultiva en esta región es exportado a países de la Unión Europea. / Foto: Paula Saravia

En este fragmento de bosque habita una población de Saguinus oedipus (Tití cabeciblanco). Además de ser un primate endémico de Colombia, es uno de los más amenazados del mundo según la UICN, actualmente categorizado como en Peligro Crítico (CR). / Foto: Sergio Montoya-Arango

Allí también se pueden encontrar grupos de monos aulladores (Alouatta sp), llamados así por la capacidad de ser escuchados a kilómetros de distancia gracias al hueso hioides situado bajo la lengua. / Foto: Sergio Montoya-Arango

Otra de especie de primate que se puede encontrar es Cebus capucinus (capuchino, mono cariblanco). Aquí se alimenta de frutos del yarumo (Cecropia sp.), una de las especies de flora más importantes para la fauna en este lugar por la oferta de recursos constantes a lo largo del año. / Foto: Paula Saravia

Una hembra de Bradypus variegatus (oso perezoso de tres dedos) se sostiene de un yarumo. A diferencia del macho, las hembras no tienen la mancha en la espalda conocida como speculum. / Foto: Sergio Montoya-Arango