Los páramos: fuentes de vida para la ciudad
La mitad de los páramos que existen en el mundo están ubicados en Colombia. El 70% del agua que consumimos viene de los cerca de 39 complejos de páramos ubicados en el territorio. Sin ellos, la vida en nuestro país se paralizaría.
Colombia es un país de agua. Es el séptimo país con mayor riqueza hídrica en el mundo, solo superado por Brasil, Rusia, Estados Unidos, Canadá, Indonesia y China. Al año, se producen 2300 kilómetros cúbicos (km3) de agua en el país –cantidad suficiente para llenar 920 millones de piscinas olímpicas-.
Cuando los españoles llegaron a América, llamaron “páramos” a aquellos ecosistemas que les recordaba a las mesetas desérticas y áridas de España. Lo que no supieron, es que nuestros páramos son todo lo contrario a desérticos, pues allí se encuentran todas las formas de vida.
Páramos: ecosistemas del neotrópico
Los páramos son ecosistemas muy particulares y casi imposibles de encasillar bajo una sola definición, como es debatido por muchos autores. En términos muy generales y menos complejos, se refiere a un ecosistema húmedo tropical zonal, caracterizado por una vegetación dominada por vegetación herbácea y arbustiva, y ubicada predominantemente a partir del límite superior del bosque [1].
Son exclusivos del neotrópico aunque existen algunos ecosistemas similares en África y Asia, pero estos últimos carecen de los atributos que hacen que estos ecosistemas de alta montaña sean unos de los más significativos para el neotrópico y en particular para Colombia.
Este ecosistema es considerado como el principal generador y regulador de los recursos hídricos del norte de los Andes. Sin embargo es relativamente nuevo en términos geológicos: se formó hace 5 millones de años, comparado con la formación general de los Andes, hace 60 millones de años [2].
En Colombia y en Antioquia
Los páramos solo existen en Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Costa Rica. Están ubicados a lo largo de las tres cordilleras andinas, entre la cordillera de Mérida en Venezuela hasta la depresión de Huancabamba en el norte del Perú. También hay otros dos complejos montañosos separados, los páramos de Costa Rica y la Sierra Nevada de Santa Marta [3].
En Colombia los páramos ocupan 29.000 km², que equivale al 2,9% del área continental del país [4].
Antioquia cuenta con seis complejos de páramos, tres ubicados en la Cordillera Occidental en los Farallones de Citará, Frontino-Urrao (Páramo del Sol) y Paramillo, y otros tres ubicados en la Cordillera Central, Belmira (Páramo de Santa Inés), Valle de Aburrá (Las Baldías) y Sonsón.
El área de páramos en Antioquia tiene una extensión aproximada 28.000 hectáreas, que representa el 0.4% del territorio departamental [5]. A pesar de ser un área reducida, alberga una riqueza extraordinaria: 663 especies, 271 géneros y 86 familias de plantas con flor (angioespermas), lo que representa cerca del 10% de toda la flora de angiospermas en Antioquia [6].
Ecosistemas benéficos
Los páramos cumplen una función importante en cuanto a regulación hídrica. En los páramos llueve con mucha frecuencia pero con una baja intensidad, lo que permite un flujo constante y regulado del agua que entra al sistema.
Además, la forma particular de la flora en los páramos permite la captación del agua de la neblina y de la lluvia. La adaptación de este tipo de flora para captar el agua resulta sorprendente: se encuentran solo en la cima del páramo y se agrupan allí con sus hojas diseñadas y dispuestas especialmente para tener mayor contacto y retención de humedad[7].
Cuando el agua entra al sistema, se filtra en los suelos y se almacena en grandes cantidades debido a la materia orgánica. Una vez ha pasado por el páramo, el agua es liberada de manera regular y genera nacimientos de lagunas, quebradas y ríos. Estos son desviados a plantas de tratamiento para agua potable para abastecer al 70% de la población colombiana.
El agua proveniente de los páramos no solo abastece a los centros urbanos sino a las comunidades aledañas a ellos. Los páramos, además de generar el agua que consumimos, de forma indirecta produce la energía dada por las hidroeléctricas.
También aportan a la retención de carbono, pues su vegetación, suelos y turberas pueden retener hasta diez veces más la cantidad de carbono que retiene un metro cuadrado de bosque tropical[8].
Biodiversidad en condiciones extremas
La mayoría de las especies de fauna y flora de los páramos tienen unas características esenciales que les permite adaptarse a las condiciones extremas dadas por la altitud y la latitud.
Las plantas deben adaptarse a baja disponibilidad de oxígeno, fuertes cambios de temperatura entre el día y la noche, acidez muy alta en los suelos, una lenta descomposición de la biomasa y fuertes vientos.[9]
A pesar de ello los páramos albergan una extraordinaria cantidad de diversidad: se han reportado hasta 4000 especies de plantas vasculares de las cuales el 60% son endémicas y muchas de ellas exclusivas de los páramos[10]. También se han reportado hasta 70 especies de mamíferos, 154 especies de aves y 90 especies de anfibios[11].
Amenazas de los páramos
A pesar de que se reconoce la importancia de este ecosistema, no solo por la inigualable biodiversidad que alberga sino por su importancia en cuanto a los servicios ecosistémicos que brinda, los páramos tienen una gran cantidad de amenazas inminentes.
Una de los mayores amenazas para los páramos es el cambio climático. Se pronostica en los próximos 50 años un aumento en la temperatura de 1,5 a 3,5 grados centígrados, lo que puede llevar a un cambio en la humedad relativa de la atmósfera y en el suelo.
Bajo esas condiciones, la producción de agua en los páramos se vería amenazada, pues la flora no estaría adaptada a esas temperaturas. Si la vida en el páramo se afecta, se afecta con ella la vida humana en los Andes colombianos [12].
Los páramos son una de las diez areas más amenazadas del planeta para algunos autores[13]
Otra de las grandes amenazas actuales para los páramos es la expansión de la frontera agrícola y las exploraciones mineras que se llevan a cabo por la riqueza de estos en muchos minerales valiosos.
La legislación en la protección de los páramos
Dos páramos vecinos

Páramo de Santa Inés o Páramo de Belmira. A pesar de llevar el nombre del municipio de Belmira, este páramo hace parte de seis municipios de Antioquia.
El Valle de Aburrá tenemos el privilegio de tener algunos páramos cerca. El más próximo es el de Las Baldías o páramo del Valle de Aburrá. Se ubica en la Cordillera Central y está bajo la jurisdicción de los municipios de Medellín y Bello. Allí se encuentran dos cerros montañosos, el cerro San Félix y el cerro Padre Amaya, que tienen una elevación de 2900 y 3150 msnm respectivamente.
En Las Baldías se estima que hay 236 especies, 136 géneros y 59 familias de angiospermas [14] y es considerado como un importante corredor biológico para la fauna silvestre del Valle de Aburrá y lugar para la conservación. (Mira también: Las Baldías, el páramo del Valle de Aburrá)
Otro páramo cercano al Valle de Aburrá es el páramo de Santa Inés o Belmira, bajo la jurisdicción de los municipios antioqueños de Belmira, Entrerrios, Santa Rosa de Osos, San José de la Montaña, Sabanalarga y Liborina. Cuenta con 11,000 hectáreas de área protegida, conviertiéndose en el más grande de Antioquia y se encuentra a una altura de 3,000 a 3,340 msnm. Se estima que hay alrededor de 256 especies, 147 géneros y 62 familias de angiospermas.
Fuentes
[1] (Cuatrecasas 1958; Monasterio & Molinillo 2003; Rangel 2000; Hofstede et al 2014)
Cuatrecasas, J. 1958. Aspectos de la vegetación natural de Colombia. Rev. Acad. Col. Ci. Exac. 10: 40, 221-264.
Monasterio, M., & Molinillo, M. 2003. El Paisaje y su Diversidad. El ambiente páramo. HOFSTEDE, R., P. SEGARRA y P. MENA V.(Eds.), 205-236.
Rangel-Ch, J. O. 2000. Colombia diversidad biótica III, la región de vida paramuna. Universidad nacional de Colombia, unilibros, 902. Bogotá D.C
Hofstede, R., Calles, J., López, V., Polanco, R., Torres, F., Ulloa, J., Vásquez, A. and Cerra, M., 2014. Los Páramos Andinos¿ Qué sabemos? Estado de conocimiento sobre el impacto del cambio climático en el ecosistema páramo. IUCN. Quito, Ecuador.
[2] Morales M., Otero J., Van der Hammen T., Torres A., Cadena C., Pedraza C., Rodríguez N., Franco C., Betancourth J.C., Olaya E., Posada E. y Cárdenas L. 2007. Atlas de páramos de Colombia. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Bogotá, D. C. 208 p.
[3] Sarmiento, C., C. Cadena, M. Sarmiento, J. Zapata y O. León. 2013 Aportes a la conservación estratégica de los páramos de Colombia: Actualización de la cartografía de los complejos de páramo a escala 1:100.000. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Bogotá, D.C. Colombia
[4] Marín, C. y Parra, S. (2015). Bitácora de flora: Guía visual de plantas de páramos en Colombia. Bogotá: Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.
[5] Alzate-Guarín, F., & Murillo-Serna, J. S. (2016). Angiosperm flora on the páramos of northwestern Colombia: diversity and affinities. PhytoKeys, (70), 41.
[6] Ortiz, R. D., & Alzate, F. (n.d.). Catálogo ilustrado de la flora de los páramos del departamento de Antioquia, Colombia. Consultado, Marzo 4 2017, from http://www.tropicos.org/Project/Paramos
[7] Castaño Uribe, C. 2002. Colombia alto andina y la significancia ambiental del bioma páramo en el contexto de los Andes tropicales: una aproximación a los efectos de un tensor adicional por el cambio climático global (Global Climatic Tensor).
[8] Vásquez, A., Buitrago, A. C. (Editoras). El gran libro de los páramos. 2011. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Proyecto Páramo Andino. Bogotá, D. C. Colombia. 208 pp.
[9] Castaño Uribe, C. 2002. Colombia alto andina y la significancia ambiental del bioma páramo en el contexto de los Andes tropicales: una aproximación a los efectos de un tensor adicional por el cambio climático global (Global Climatic Tensor).
[10] Marín, C. y Parra, S. (2015). Bitácora de flora: Guía visual de plantas de páramos en Colombia. Bogotá: Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.
[11] Rangel-Ch, J. O. 2000. Colombia diversidad biótica III, la región de vida paramuna. Universidad nacional de Colombia, unilibros, 902. Bogotá D.C
[12] Castaño Uribe, C. 2002. Colombia alto andina y la significancia ambiental del bioma páramo en el contexto de los Andes tropicales: una aproximación a los efectos de un tensor adicional por el cambio climático global (Global Climatic Tensor).
[13] (Mittermeir et al 1999; Myres et al 2000).
Mittermeier, R. A., Myers, N., Mittermeier, C. G., & Robles Gil, P. 1999. Hotspots: Earth’s biologically richest and most endangered terrestrial ecoregions. CEMEX, SA, Agrupación Sierra Madre, SC.
Myers, N., Mittermeier, R. A., Mittermeier, C. G., Da Fonseca, G. A., & Kent, J. (2000). Biodiversity hotspots for conservation priorities. Nature, 403(6772), 853-858.
[14] Alzate-Guarín, F., & Murillo-Serna, J. S. (2016). Angiosperm flora on the páramos of northwestern Colombia: diversity and affinities. PhytoKeys, (70), 41.